Una semana protagonizada por el consumo masivo.
El próximo 26 de noviembre se celebra el Black Friday, el viernes negro, el día de las compras y el consumo compulsivo por excelencia. Black Friday se traduce como "viernes negro", pues se supone que los comerciantes cambian sus cuentas de números rojos a negros, gracias a las fenomenales ganancias ese día.
Pero para el medio ambiente, el Black Friday es, literalmente, un viernes negro. Porque relanza las compras compulsivas en un planeta donde es precisamente el consumo disparatado el que nos está llevando a la crisis climática que sufrimos. Y que no para de empeorar.
En 2018 el Black Friday movió en España un total de 1.560 millones de euros, según la Asociación Española de la Economía Digital, pero para este año se espera un aumento hasta los 1.700 millones de euros. En total, cada comprador español gastará entre 200 y 300 euros.
Compras compulsivas
La mayoría de las cosas que se compran durante el Black Friday son cosas que no necesitamos, son caprichos, que además de perjudicar gravemente nuestra economía, perjudican también al medioambiente. La última encuesta realizada por el comparador de seguros Acierto.com revela que hasta 3 de cada 5 españoles comprarán de forma impulsiva. Algo alarmante si se tiene en cuenta que solo el 42% de las compras realizadas en el Black Friday del año pasado fueron por necesidad, mientras que un 24,8% fueron caprichos y un 33,1% por considerar haber encontrado una buena oferta.
Pero no solo es la compra lo que genera el grave impacto medioambiental, sino que, para terminar de complicarlo aún más, como compramos sin mirar, las devoluciones se disparan, lo que supone más transporte inútil, el de ida y el de vuelta.
Día negro para el planeta
A partir del inicio de campaña del Black Friday se multiplican los desplazamientos de camiones y furgonetas de reparto, que llevan a cada casa los paquetes con las compras realizadas de manera online (la mayoría de las compras en estas fechas se hacen online).
Los efectos contaminantes de estos transportes son mayores de los que genera acudir a las tiendas físicas a realizar las compras de manera tradicional, ya que la compra física tiene un impacto un 7% menor que la compra por internet (en términos de huella de carbono). Pero a eso le debemos sumar, como he comentado anteriormente, la cantidad de devoluciones que se producen después de recibir nuestros productos.
Green Friday
Frente al día internacional de las compras por excelencia nace el Green Friday, un movimiento que aboga por hacer un consumo meditado y responsable, cuestionando la necesidad de comprar de forma compulsiva y animando al consumidor a hacer una apuesta sostenible. Así, esta propuesta busca desde hace años llamar a la reflexión para que el comportamiento de los compradores sea más cometido y ecológico. En vez de fomentar la compra de nuevos productos, también puedes optar por comprarlos de segunda mano, así te saldrá aún más económico (motivo principal por la compra impulsiva en esta fecha), y no estarás perjudicando tanto al planeta.
Escrito por Clara Alcaraz Llorca